Cuando acontece un fallecimiento de un familiar o allegado, al dolor de la pérdida se suma la inquietud por la realización de una multitud de trámites burocráticos, administrativos y fiscales, derivados del fallecimiento y que tienen un plazo para su realización.
En nuestro despacho nos ocupamos de todo el proceso: desde la solicitud del certificado de defunción, últimas voluntades y localización del testamento, si lo hubiese, o la tramitación de la declaración de herederos, hasta la liquidación de los impuestos correspondientes.
Una vez realizados los trámites obligatorios derivados de todo fallecimiento, gestionamos la partición de la herencia, de mutuo acuerdo o judicial, para que los bienes heredados o legados a cada uno les pertenezcan a todos los efectos.
En el caso de que se haya heredado únicamente la legítima, efectuamos el cálculo de la misma y su reclamación extrajudicial y judicial hasta conseguir el cobro de la misma.